De hecho, se calcula que un perro con sobrepeso puede vivir hasta dos años menos y se sabe que esta grave dolencia favorece el desarrollo de trastornos osteoarticulares irreversibles, además de disminuir la capacidad inmunitaria. La obesidad también puede ir unida a la diabetes ya que el sobrepeso modifica el metabolismo y favorece la resistencia a la insulina al igual que sucede en los humanos.

La prevención es, por tanto, clave pero el problema es que, con demasiada frecuencia, son los propios dueños de los canes los que, sin darse cuenta, generan un círculo vicioso que desemboca en la sobrealimentación de sus perros.

Por eso mismo es muy útil que tu veterinario confirme que tu perro está en su peso ideal para que, en caso de que no sea así, puedan planificar juntos el plan más adecuado para que tu perro pueda perder los kilos que le sobren con seguridad.

Lo que origina el sobrepeso, tanto en los perros como en los humanos, es el desequilibrio entre la cantidad de energía que se ingiere y la que se gasta.

En el caso de nuestros perros, lógicamente, somos nosotros los que tenemos que velar para que mantengan en el peso idóneo proporcionándoles un alimento con los nutrientes y el aporte calórico adecuados, controlando las raciones diarias (teniendo muy en cuenta también los premios que les podamos dar) y fomentando un nivel de actividad razonable para su edad.

El problema es que esto no siempre es así y ello da lugar al círculo vicioso de la obesidad canina.

Y es que,salvo raras excepciones en las que el sobrepeso puede ser el síntoma de otra patología, lo más habitual es que se deba a que ese perro está siendo sobrealimentado o mal alimentado, y a que lleva un ritmo de vida demasiado sedentario.

 

Así comienza una dinámica que tan perjudicial resulta para la salud de los perros:

  1. Además de su ración de alimento habitual, recibe premios o incluso sobras de comida humana.

  1. El perro disfruta de esos extras y come más de lo debido.

  1. Al ver disfrutar al perro y tomándolo como una muestra de cariño, esa sobrealimentación se repite un día tras otro, incluso aunque el perro esté ganando peso.

  1. Esto refuerza el hábito de pedir comida.

  1. Al aumentar de peso, el perro tiene más dificultad y menos ganas de hacer ejercicio y de moverse por lo que la situación se empeora.

Esta es, justamente, la dinámica que hay que reconducir cuanto antes si queremos evitar que pueda verse negativamente impactada la salud de nuestro perro.

 

¿Cómo afrontar un problema de sobrepeso canino?

Es primordial que cualquier programa de pérdida de peso sea planificado junto a nuestro veterinario para que nos pueda indicar tanto la dieta a seguir como el nivel de actividad más recomendable. Y también, claro, para que pueda ir haciendo el seguimiento y modificando ese programa en caso de que fuera necesario.

Y es clave que TODOS en casa sigan las pautas dadas por el veterinario, evitando la tentación de darle ningún extra al can cuando los demás no estén mirando.

Para ayudar a controlar la ración que damos a nuestro perro un buen truco es pesar la cantidad diaria indicada y guardarla en un tupper.Todo lo que demos a lo largo del día (ración, premios) saldrá de ahí y así tendremos la seguridad de no estar aportando más de lo que el veterinario nos ha recomendado.

Tu veterinario te ayudará a adaptar la alimentación de tu can para así garantizar un menor aporte energético con una mayor sensación de saciedad.

Lo normal es que la nueva dieta contenga un menor nivel de grasa y que se añada L-carnitina que favorece la combustión de las grasas. Se pueden aumentar las proteínas, que ayudan a mantener la masa muscular, o las fibras de distintos tipos puesto que aportan menos energía y tienen gran capacidad de absorber agua, aumentando así la sensación de saciedad.

Por otro lado, aunque se reduzca el nivel de grasa, el aporte de ácidos grasos y de vitaminas debe ser adecuado para mantener el buen estado de la piel y el pelo.

Otro aspecto a tener en cuenta es que la ración sea más voluminosa, lo que se consigue con la densidad baja de los granos de la misma..

En los animales con kilos de más se produce una mayor sobrecarga articular y por ello es recomendable que su dieta incorpore condroprotectores (glucosamina y condroitina).

Finalmente, lo que no hay que olvidar es que un buen alimento adecuado para el control de la obesidad tiene que ser de alta palatabilidad, teniendo en cuenta que los perros obesos están acostumbrados a tomar todo tipo de alimentos suculentos.

No hay ninguna fórmula milagrosa: igual que sucede con los humanos, para lograr que un perro recupere su peso ideal tendremos que cuidar al máximo su alimentación mientras garantizamos que puede tener un nivel de ejercicio razonable y saludable.

 

  • Aviso importante:

La información que se ofrece en este artículo, responde únicamente a un propósito informativo básico general y educativo, pero en ningún caso sustituye el consejo o la recomendación de un profesional veterinario. Las decisiones relativas a la salud deben ser tomadas por un profesional veterinario considerando las características únicas del animal.

Revisado y publicado por Gabriel Piano